viernes, 22 de noviembre de 2013

LA IMPORTANCIA DE CAERSE

Muchos sabéis de mi afición al windsurf. Hasta ahora no había caído en esto...... 

El windsurf está lleno de caídas. Quiero decir, la mayoría de la gente se cae diez veces antes de avanzar diez metros. Y aprender a trasluchar significa caer una y mil veces. Hasta podríamos llamarlo Caesurfing. Y son precisamente éstas caídas las que hacen el windsurf un deporte mejor que otros deportes y a los windsurfistas en general, mejores que otras personas (sí, mejores) ya que no tener miedo a caer es la clave del éxito en cualquier deporte, arte o trabajo. 

 Cuando me dispongo a aprender una maniobra, sólo tengo un plan: caerme mucho. Cuanto más rápido quiero aprender un movimiento, más veces me tengo que caer. Cuando empecé a tratar de sacar los 360 en la ola, intentaba uno en cada una ola de mi sesión, por lo que literalmente salía del agua y volvía a casa sin haber hecho una sola maniobra en las olas ese día, porque yo había intentado sólo 360s y me había caído en cada uno. Pero cada día, hacía más completa la rotación del 360 antes de caerme. Hasta que un día, después de millones de caídas, no me caí, y conseguí mi primer 360 en la ola (estaba tan feliz que, literalmente, me eché a reír en el agua). No podría haberlo conseguido sin todas esas caidas. En el camino, cada accidente me dio un poco más de información acerca de cómo hacer la maniobra correctamente, por lo que cada 360 fallido era una parte de mi primer 360 conseguido. Las maniobras bien hechas no pueden existir sin haber sido antes tortazos (wipeouts). Para la mayoría de los windsurfistas, esto probablemente parece obvio. 

Los que lean esto estarán pensando: “¿Quién se espera aterrizar bien un backloop en el primer intento?” Sin embargo, una parte de nuestra cultura no permite el fracaso. Uno de mis profesores de inglés me confesó que la parte más difícil de su trabajo era hacer que los niños llegasen hasta un punto donde pudiesen escribir sin esperar que les saliese perfecto. Tratar de escribir una historia impecable en el primer intento es imposible y por lo tanto agobiante. Pero escribir un montón de historias sin preocuparse por si son buenas o malas, inevitablemente, conducirá a una mejora, y las mejoras nos conducen hacia la perfección (aunque ésta sea en última instancia, inalcanzable, todo el mundo quiere estar lo más cerca posible). 

Mi profesor trataba de enseñar a caerse a sus alumnos mandándoles realizar todas las noches escribir un trabajo en un blog que sabían que nadie leería. Los windsurfistas no necesitan nada de eso porque ya han descubierto una forma divertida de caerse y por lo tanto han aprendido a aprender. Otros deportes como el skate también precisan de muchas caídas para mejorar, pero windsurf parece ser el mejor para ésto (caerse). Primero, el agua es mucho más suave que el cemento o la tierra. Aparte del chapuzón en el agua, caerse en windsurf rara vez implica lesiones, huesos rotos o cortes profundos. Así, las caídas son principalmente “lesiones” en nuestro ego, no lesiones físicas. Además, el windsurf tiene un número enormemente grande de movimientos que podemos aprender, así que las caídas nunca se detienen. Incluso los mejores windsurfistas de olas y estilo libre profesional en el mundo todavía están constantemente intentando (es decir, cayéndose) nuevos movimientos. 

Todos, desde el que está aprendiendo a trasluchar, hasta Ricardo (Campello) tratando de conseguir un triple forward -loop, se están cayendo. Más aún, la caída es la esencia de la vida. La ciencia requiere múltiples ensayos y errores antes de llegar a un resultado preciso, y la evolución depende de las mutaciones genéticas que crean una amplia variedad de animales no-perfectos, y de esta variedad sólo los que tienen los genes más fuertes sobreviven. Este patrón de caer con el fin de aprender puede observarse en todas partes. 
Así que, aunque nadie quiere escribir una historia de mierda, y nadie quiere estamparse contra el agua aprendiendo el forward, en ambos casos la fase de caídas es necesaria para mejorar. 

Así que, si quieres mejorar debes estar dispuesto a caer. Y la mejor manera de aprender a caer es el windsurf. Así que, aplicando la lógica, todos aquellos en el mundo que están tratando de mejorar deberían aprender a hacer windsurf.

Fuente: Graham Ezzy http://www.surf-matic.com/the-importance-of-falling/ 

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