10 Formas Científicamente Demostradas de Ser la Persona más Feliz del Mundo

La felicidad es el sentido y la finalidad de la vida, el objetivo y fin de la existencia humana. - Aristóteles.

¿Has leído “la ciencia de la felicidad” de Sonja Lyubomirsky? Esta famosa profesora de psicología de la Universidad de California, nos desvela en su libro los resultados más interesantes de sus investigaciones sobre la felicidad.

Sus estudios demuestran, que al contrario de lo que muchos piensan, tu felicidad personal no depende del dinero que tengas, de tu trabajo o de tu aspecto exterior. Sorprendentemente, descubrió que tan solo un 10% de la felicidad esta determinada por las circunstancias. Los genes determinan un 50%, lo que nos deja con un estupendo 40% restante que está totalmente en nuestras manos.

Este 40% depende de lo que hagamos y pensemos cada día, de nuestras actividades y nuestras elecciones constantes. Aquí te dejo 10 formas científicamente demostradas de ser más feliz, según los estudios de Sonja:

• 1. Empieza a agradecer todo lo que tienes.

  Dar las gracias por todo lo bueno que tienes en tu vida no sólo te hace más feliz, también mejora tu salud. Aquellas personas que llevan un diario de gratitud de forma semanal, hacen más ejercicio, se sienten mejor con sus vidas, y son más optimistas en comparación con aquellos que sólo escriben de sus malos momentos o aquellos más neutros.
  Agradece la vida que llevas ahora, expresa gratitud por todo lo que puedas, incluso por los errores que cometiste y las lecciones que aprendiste. Presta atención a las cosas buenas de tu vida y detente unos minutos a apreciarlas como se merecen.

  Lo mejor que puedes hacer hoy para cambiar tu vida es empezar a ser agradecido por lo que ya tienes. Cuanto más agradecido seas, mayores logros obtendrás. - Oprah Winfrey.

• 2. Cultiva el Optimismo.

  Si esperas lo mejor en todo momento, recibirás lo mejor. A la vida no le importa si eres optimista o pesimista, si te centras en lo bueno o en lo malo, si esperas que te pase lo mejor o lo peor. La vida te va a tratar exactamente como tú esperes ser tratado, por eso, necesitas empezar a cultivar tu optimismo.

  El optimista ve la rosa pero no sus espinas, el pesimista se queda mirando a las espinas, ajeno a la rosa.- Kahlil Gibran.

• 3. Evita pensar demasiado y compararte con los demás.

  Nuestras vidas y nuestra situación actual son el resultado de nuestros pensamientos. Si hay algo que no te gusta, intenta cambiarlo, pero si no puedes, no te estreses y deja de darle vueltas. Cambia tu actitud hacia la vida y la vida cambiará su actitud hacia ti. Busca nuevas maneras de ser mejor de lo que eras antes, no mejor que otra persona. Dedica tu tiempo y energía a crecer como persona y dejarás de sentirte como si necesitaras competir con los demás.

  Deja de pensar, y acabarán tus problemas. ¿Qué diferencia hay entre sí y no?¿Qué diferencia hay entre éxito y fracaso? ¿Debes valorar lo que otros valoran, evitar lo que otros evitan? ¡Que ridículo! – Lao Tzu.

• 4. Haz amigos y alimenta tus relaciones.

  Las personas felices suelen tener un buen círculo de amigos, relaciones cercanas con su familia y una pareja afectuosa.
  Lo increíble de la amistad y de las relaciones íntimas, es que su efecto sobre la felicidad no se ve reducido debido a la adaptación hedónica. No te acostumbras a ello como podrías acostumbrarte a un coche nuevo. Por eso después de comprarte cosas, tu nivel de felicidad vuelve rápidamente al estado anterior.
  Así que, dedícale tiempo a tus amigos, exprésales lo mucho que les aprecias y hazles sentir bien, sé amable y diviértete con ellos. Conoce a gente nueva y interésate por ella. Todo esto provocará que seas más feliz.

• 5. Cuida tu cuerpo

  ¿Sabías que el ejercicio aeróbico tiene casi el mismo efecto que un antidepresivo? Durante un estudio que hicieron el año 1999, los investigadores reunieron a 50 hombres y mujeres que sufrían de depresión y los dividieron en tres grupos.
  El primer grupo hizo ejercicio aeróbico de forma supervisada tres veces a la semana, al segundo grupo le dieron a tomar Zoloft, un antidepresivo, y al tercer grupo le hicieron hacer ambas cosas.
  ¿El resultado? Después de cuatro meses, los tres grupos habían mejorado sustancialmente en términos de autoestima y felicidad. Pero aún más sorprendentes fueron los resultados después de seis meses. Aquellos que se habían recuperado de la depresión, tenían muchas menos probabilidades de recaer si eran del grupo que hizo ejercicio, que si eran de aquel que sólo tomó Zoloft.
  Ahí lo tienes. ¡El ejercicio obra milagros en tu felicidad!

  Cuida de tu cuerpo. Es el único lugar que tienes para vivir. Jim Rohn.

• 6. Compromete tu vida a una meta.

  Si quieres ser feliz, tienes que tener alguna meta. Descubre qué quieres de la vida, ve a por ello, y disfruta del proceso. La felicidad se encuentra en el camino.
  Las personas que luchan para conseguir algo personalmente significativo para ellas son más felices. Cosas como cambiar de carrera profesional, empezar un proyecto, encargarse de una familia, o aprender una nueva habilidad hace que ganemos un sentimiento de control sobre nuestras vidas.
  Asegúrate de marcarte una serie de metas personales, profesionales, aventureras y de contribución hacia los demás, de esta forma sentirás que tu vida tiene una dirección, un propósito.
  No todas las metas son iguales, las intrínsecas te hacen feliz, pero las extrínsecas no son tan efectivas. Las metas intrínsecas son aquellas que significan algo para ti, aquellas que te permiten crecer y ser mejor. Cosas como practicar tu hobbie preferido durante tus vacaciones, aprender una nueva habilidad porque quieres ser mejor, etc.
  Las metas extrínsecas son aquellas que se hacen persiguiendo un fin determinado: hacer dieta porque quieres perder peso, trabajar más duro porque quieres ganar más dinero, etc.
  Las investigaciones sobre este tema son claras: las metas intrínsecas son mejores que las extrínsecas para darnos un sentido de competencia y autonomía, y por lo tanto, para ser más feliz.

  Si quieres vivir una vida feliz, átala a una meta, no a una persona o a una cosa. - Albert Einstein.

• 7. Aumenta los momentos de “flow".

  El concepto de flow (que podría traducirse como fluir o flujo) fue definido en primer lugar por el psicólogo  Mihalyi Csikszentmihalyi. Se dice que estamos en flow cuando nos encontramos tan absortos haciendo una actividad, que nos parece que el tiempo vuela.
  Mientras estamos en ese estado, nuestras acciones, pensamientos y movimientos se suceden unos a otros sin descanso, y al acabar, sentimos una enorme satisfacción.
  Trabaja en aquello que te apasione utilizando tus mayores talentos, maneja tus debilidades y cultiva tus fortalezas, así aumentarán tus momentos de flow y serás más feliz.

  Todo el mundo tiene dones y talentos únicos. Las cosas que te encantan son las que se te dan mejor. Para ser completamente feliz, para vivir una vida satisfactoria, tienes que hacer aquello que ames. – Barbara Sher.

• 8. Trabaja para mejorar tu resiliencia.

  La resiliencia se refiere a la capacidad que tenemos para afrontar las adversidades y para recuperarnos rápidamente después de un una situación difícil o estresante.
  La felicidad no sólo se basa en sentirse bien todo el tiempo. En la vida tendremos que pasar por momentos malos y pasar nuestros duelos, pero también tendremos que aprender a recuperarnos de ellos. Las personas más felices son aquellas que se recuperan más rápidamente después de un trauma o una adversidad.
  Un ejemplo: un estudio descubrió que la vida de aquellas personas que habían sobrevivido a un cáncer de mama, ¡había mejorado sustancialmente después de la enfermedad!. Dos tercios de las mujeres lo afirmaban. Decían que habían recibido un gran toque de atención que hizo que sus prioridades en la vida cambiaran radicalmente. Todas ellas sacaron el lado positivo de una mala situación.
  Si esta estrategia funciona tan bien con el cáncer, apuesto a que puede hacer maravillas con cualquier tipo de estrés que tengas en tu vida. La próxima vez que tengas que enfrentarte a algo difícil, pregúntate que puedes aprender de ello.

• 9. Cuida tu alma.

  Los números hablan por sí mismos: el 47% de las personas que acuden a servicios religiosos varias veces a la semana se describen a sí mismas como “muy felices”. Tan sólo un 28% de aquellos que acuden menos de una vez al mes dicen lo mismo.
  Parece ser que el apoyo social y el sentimiento de identidad que tienen las personas que pertenecen a un grupo religioso es completamente inigualable.
  Sin embargo, es posible que esta diferencia en los niveles de felicidad no tenga tanto que ver con la relación de las personas con lo divino, y tenga mucho más que ver con sus relaciones con los demás miembros. Se ha demostrado que las personas que van a servicios religiosos tienen redes sociales mucho más grandes que aquellos que no lo hacen.
  Aún así, las personas religiosas que creen que existe algo divino que les ayuda, tienen tres veces más posibilidades de estar vivas seis meses después de una cirugía cardiaca. De una forma o de otra, parece ser que la gente religiosa tiene más puntos de felicidad.

  Mientras más avanza la evolución espiritual de la humanidad, más cierto me parece a mí que el camino a la genuina religiosidad no pasa por el temor a la vida, ni por el temor a la muerte, ni por la fe ciega, sino por el esfuerzo de alcanzar el conocimiento racional. - Albert Einstein.

• 10. Saborea al máximo los placeres de la vida.

  Observa los árboles, el sol, fíjate en la belleza de la naturaleza, disfruta de los pequeños placeres que te da la vida y saboréalos tranquilamente.
  Si estás dando un paseo y de repente te das cuenta de lo hermoso que es todo a tu alrededor, significa que estás saboreando el momento. Si estás escuchando a tu mujer y no puedes dejar de pensar en lo afortunado que eres por estar con ella, estás provocando que el momento sea mucho más intenso, y tu alegría durará mucho más tiempo.
  ¿No te apetece empezar a implementar este hábito en tu vida? ¿Qué mejor manera puede haber de disfrutar de la vida de forma plena?

  Disfruta de las pequeñas cosas, porque un día mirarás atrás y te darás cuenta de lo grandes que eran. – Robert Brault.