martes, 17 de diciembre de 2013

Cómo detectar y tratar el estrés laboral para el beneficio de las organizaciones









Autor: Héctor Gerardo Toledo Rosillo y Nelly Rosas Berlanga


Clima laboral
 

12-02-2013


El término estrés se deriva del griego “stringere” que significa provocar tensión. La definición del fisiólogo, médico y denominado el padre del estrés, Hans Selye (1936, 1956) nos menciona que es el síndrome o conjunto de reacciones, fisiológicas no especificas del organismo, a diferentes agentes nocivos del medio ambiente, de naturaleza física o química. Adicional a lo anterior, detallo los ejes biológicos a través de los cuales se ejecuta la transformación del organismo, y supuso que la secuencia de respuestas (fases de alarma, de resistencia y de claudicación) decidía si el organismo se sobreponía o no a la adversidad, cualquiera que fuese. (Valdés, 2000, Pág. 11).
Desde tiempos antiguos, las distintas generaciones han pasado por periodos de tensión, de preocupación, o de estrés por factores propios de sus épocas y obviamente en niveles más controlables. Han sido muchos los cambios y descubrimientos en las diferentes áreas que afectan nuestras vidas, como lo son los campos tecnológicos, alimenticios, médicos, de urbanización, de transporte, políticos o de forma de gobernar los pueblos, entre muchos otros, que nos han obligado a adaptarnos y a permanecer en constante cambio.
El estrés en la actualidad se ha vuelto un término muy usado por la mayoría de las personas, se habla de estrés en los niños, en los padres, en las familias, en los profesionistas, deportistas, en los trabajadores y en los lugares físicos en los que cada uno se desarrolla.
Sobre todo ahora estamos expuestos a experimentarlo (pero no “obligados” a absorberlo físicamente y emocionalmente), ya que estamos inmersos en diferentes actividades y en medio de un ritmo de vida casi incontrolable, sumergidos en un consumismo muy agravado, lo cual en muchas ocasiones nos hace estar endeudados y de esa forma atados, por muchos años, a los mismos trabajos para cubrir las necesidades y deudas que nos creamos, y por los beneficios que vamos generando en cuanto a prestaciones laborales.
Son muchos los factores por los que podemos sentir estrés, y se pueden clasificar en dos grandes grupos; los internos, siendo estos los que engloban todo aquello que depende de la persona que lo está sintiendo, y los externos, entendidos como tales, aquellos que no se pueden controlar y no los produce directamente la persona que lo experimenta.
Partiendo de la clasificación anterior, encontramos que uno de los tipos de estrés que están causando más problemas en la época contemporánea es el laboral, el cual según Alonso Gaeta Reynaldo se define como el conjunto de fenómenos que suceden en el organismo del trabajador, con la participación de agentes estresantes lesivos, derivados directamente del trabajo o que con motivo de este, pueden afectar la salud del trabajador.
Dicho estrés en el ámbito laboral puede iniciar por los siguientes motivos: excesiva carga de trabajo, presiones financieras, recortes de personal, condiciones del área de trabajo (frío, calor, ruido, luz entre muchos otros), extensos horarios laborales, falta de conocimiento o actividades que no corresponden al perfil del trabajador, el clima organizacional no adecuado o la implementación de nuevas tecnologías en programas o maquinaria.
Además no solo puede ocasionarse por los factores del trabajo, sino también puede agudizarse por la mala alimentación, el sedentarismo, las creencias sociales tales como las que van encaminadas a generar apariencias falsas, como por ejemplo la de acumular riqueza para proyectar que se es alguien exitoso y feliz, las situaciones familiares que se estén viviendo en determinado momento y que tienen una gran diversidad, por necesidades que no podamos concretar o satisfacer, la misma cultura o forma de vida que tenemos desde nuestro núcleo familiar, de esta manera nos volvemos más sensibles cuando nuestro aspecto personal no está en su mejor punto.
Y es así cuando las situaciones que estemos pasando en el trabajo serán más difíciles de llevar y surjan momentos de ansiedad, toda vez que el individuo no está capacitado para separar todas las demás cuestiones que no encajan con su vida laboral.
Como ejemplos de factores externos tenemos a todo lo que afecta el medio de transporte que un trabajador utiliza para llegar a su lugar de trabajo, tales como, una congestión vial provocada por algún accidente o una manifestación, en este rubro también se encuentran los problemas técnicos que te haga perder el respaldo de tus documentos, así como la misma presión o exigencia impuesta a tu jefe directo que tarde o temprano caerá en ti.
La sensación o la reacción que todos y cada uno de estos factores puedan tener en la persona, dependerá totalmente de la capacidad que tenga de adaptarse a ellos y superar cualquier situación que se presente.
Sería ideal que dentro de todas las organizaciones hubiera un médico encargado de la salud del personal, sin embargo, la realidad es que no todas las empresas están dispuestas a invertir en este departamento por considerar que es un aspecto que solo en los consultorios y hospitales debe ser tratado.
Es Joel Ortega, Médico de la División de Riegos del Trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) quien menciona que en nuestro país no hay cifras de estrés ya que no está considerado como una enfermedad, y porque los afectados no toman este padecimiento como motivo de consulta médica. Adicional, estima que entre el 15% y 25% de las ausencias laborales son a causa de alguna enfermedad derivada por estrés laboral.
En México algunas organizaciones, en específico en los departamentos de seguridad e higiene solo se encargan de cumplir con los requisitos mínimos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y del IMSS. Pero no van más allá en mediciones de los niveles de estrés en los trabajadores o tipos de enfermedades, también dejan de lado el tema de la prevención, el cual si se aplicara correctamente, se tendría un ahorro muy importante en cuanto el gasto por concepto de servicios médicos.
Los beneficios pueden ser muchos si se pusiera atención y sobre todo acción a estos puntos, se podrían observar cambios importantes para las empresas, tales como: disminuciones en los índices de ausentismos y retardos, mejora en el trabajo en equipo, rentabilidad, productividad, entre otros. Para lograr todos estos objetivos se requiere de un diagnóstico adecuado y de una amplia difusión tanto de manera individual como colectiva dentro de los campos de trabajo.
En Estados Unidos existe el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH por sus siglas en inglés), el cual en su portal de internet desglosa temas de salud y seguridad entre los cuales considera el tema del estrés, así como también explica algunos puntos de prevención, sus posibles causas y síntomas entre otros.
Las encuestas de clima laboral son una herramienta muy importante dentro de las organizaciones, ya que pueden medir y dar información muy valiosa acerca de cómo se siente el personal hacía varios aspectos, como su jefe inmediato, instalaciones, actividades, compañeros, entre otros; al realizar la aplicación de esta técnica hay que crear conciencia en los colaboradores de que se necesitará que se tome con seriedad esta actividad, para poder tomar acciones concretas al momento de atacar los puntos débiles y continuar poniendo atención en las fortalezas y oportunidades de desarrollo.
Hay que tener presente que es una herramienta de diagnóstico, más no de solución, e informar a los colaboradores que la información que proporcionen será totalmente confidencial. Es muy importante que la etapa de diagnóstico este bien establecida, ya que en este punto se arrojaran los aspectos a considerar, para su atención y erradicación.
Sabemos que toda organización es diferente a las demás, por lo tanto antes de aplicar dicha evaluación para conocer los resultados propios de la empresa, se deberán reunir los directivos y gerentes, para saber qué puntos son los que desean conocer en particular y adecuar de manera profesional la encuesta a esos aspectos.
Son varios los factores a evaluar en estas encuestas y todos encaminados a mejorar la calidad de vida laboral, en consecuencia a crear una mejora para la organización en todos los sentidos, ya que por naturaleza si el trabajador esta en óptimas condiciones, por consecuencia dará el máximo esfuerzo al realizar sus actividades.
Las acciones específicas se deben dirigir hacía las características de estructura de la organización, los diferentes canales de comunicación, procesos de toma de decisiones, cultura organizacional, funciones de trabajo, así como el ambiente físico que juega un papel muy importante, si dichas acciones no se ven puestas en práctica, las personas que trabajan en la organización pueden llegar a sentir desmotivación.
Cuando se conozcan y analicen estos resultados, habrá que tomar medidas de cambio para la reestructuración de algunos procesos y tareas dentro de la empresa, a fin de permitir mejorar los puntos importantes y desarrollar al máximo las capacidades del trabajador, respetar las jerarquías y no involucrarse en actividades de otras personas.
Son, en este tenor, muy importantes los valores bajo los que se rija la organización, ya que deben ser coherentes hacía los cambios que se quieran realizar, para mejorar la calidad de vida laboral. Un punto que no se debe dejar de lado es que cuando estos valores organizacionales se han establecido deben ser respetados y practicados en todos los niveles, incluyendo principalmente los directivos.
Los síntomas más comunes que pueden experimentar las personas al sufrir o padecer estrés son: dolor de cabeza, dolores musculares sobre todo en la parte de la nuca y hombros, problemas estomacales, colitis nerviosa, ansiedad, irá, depresión, cansancio, sudoración, gastritis, entre otros.
Son estos los síntomas, por llamarlos de alguna forma, más sencillos y los cuales mediante episodios de relajación, técnicas de meditación, y mejor organización del tiempo y de actividades, se pueden corregir. Claro que en casos más severos, habrá que acudir con el médico para que prescriba algún medicamento, que pueda apoyar a que el proceso de recuperación sea aún más efectivo y rápido.
Existen algunos otros síntomas, como los sociológicos, entre los cuales se encuentran: la irritabilidad, intolerancia, falta de atención, alteración en las relaciones personales, incapacidad de organización, etc.
Sin embargo, los niveles de estrés pueden llegar a ser tan altos o incluso crónicos, que la persona puede caer en crisis nerviosas, que pueden provocar accidentes en los lugares de trabajo, esto se repite muy frecuentemente en aquellas personas que directamente se ven involucradas con los procesos productivos, o padecen hipertensión arterial, adicciones, conductas antisociales, e incluso agresividad.
La duración y fuerza con que se presenten estos síntomas, dependerá de la capacidad del trabajador de adaptarse o recuperarse a los mismos, así como de los factores internos que no pueda manejar correctamente.
Por las razones anteriores hay que enseñar al colaborador a conocer y controlar de alguna manera sus emociones cuando siente estrés, apoyarle con herramientas y técnicas que pueda usar para prevenir, y sobre todo evitar que se enfrenten a situaciones tensiónales, o agentes nocivos para la salud emocional.
Algunos puntos de apoyo pueden ser: analizar y realizar una lista de aquellas emociones que más a menudo se experimentan, observar que tipo de comportamiento las acompañan, buscar su origen, identificar cambios fisiológicos, y finalmente buscar y aplicar su solución.
Es importante que se sepan distinguir las emociones, porque en el ámbito laboral las exigencias son muchas pero no significa que por tener trabajo, una persona esté estresada, toda vez que este factor va a afectar su productividad, calidad, su sentido de responsabilidad, creatividad, e interés hacía la organización y a sus compañeros, porque es muy fácil que el estrés se contagie en los centros de trabajo, dado la cercanía física de las personas y el grado de tensión laboral que reciben por las exigencias de los procesos productivos, la cual reside en la naturaleza del trabajo que se desarrolla.
Uno de los puntos que no se debe dejar de lado es, analizar perfectamente el perfil de un colaborador antes de ingresar a la organización, realizando las pruebas de aptitudes y actitudes necesarias, así como el cuidar y procurar que las entrevistas las realicen dos o más personas involucradas en el área de trabajo de la vacante.
Por parte de la organización debe existir una descripción de puestos realizada a conciencia, toda vez que puede ser que se contrate a alguien que no reúne el perfil indicado y le asignen actividades que no conoce o en las que no tiene experiencia, es entonces sensato que al no estar empatada la capacidad y conocimientos de la persona, esta pase por un periodo agudo de estrés al hacer un esfuerzo extra por cubrir las expectativas depositadas en él y que la misma persona sabe que no tiene los conocimientos necesarios para desarrollar tal trabajo.
Contrario a si contratamos a alguien donde su perfil empata con el del puesto solicitado y cuando se encuentra realizando sus actividades se va topando con nuevos retos o nuevas actividades, pero esto no será problema ya que sus capacidades y experiencias lo califican para realizarlas.
Por esta razón, al haber realizado la contratación, hay que tratar de incorporar a la persona seleccionada de manera gradual, y mediante estrategias que la organización aplique, para que la integración se realice de la mejor manera.
Hemos olvidado hacer una pausa y dedicar tiempo para analizar nuestro día, nuestras actividades, relaciones laborales y personales, así como el desempeño en todos los aspectos de nuestras vidas.
Nos hemos dedicado en gran medida a actuar sin a veces pensar, a crearnos necesidades cada vez más y más ambiciosas que nos envuelven en una serie de actividades, y de nuevos compromisos; lo que ha terminado en convertirnos en personas mucho más automáticas, a ser menos observadores, sin apreciar nuestro alrededor, a estar más alejados de lo natural y en consecuencia a complicar en varios sentidos nuestra existencia en este mundo.
Todas las personas tenemos características propias, será entonces también dependiendo de la manera de ser y de enfrentar las situaciones en cada uno de nosotros, que estaremos más o menos expuestos a sufrir las diferentes emociones por estrés que se puedan sentir.
Hay que aprender a conocernos, a saber cuáles son las actividades o los agentes que pueden ser nocivos o estresantes, para cada uno y de esta manera aprender a prevenirlos y actuar al respecto.
En el campo laboral no de todo se tiene que hacer cargo la organización o los departamentos de la salud, también es responsabilidad del trabajador el manejar las situaciones que le generen estrés, de forma que le permita, solo sacar provecho de las adversidades, sin absorber los problemas y menos siendo un puente que los transmite hacía sus compañeros de trabajo, o hacía su familia por lo que se busca la pro-actividad de cada miembro de la organización, para detectar los focos de estrés y reducir al mínimo los factores que lo están produciendo.
Algunos puntos que se pueden analizar a nivel organización son: que el volumen de trabajo sea proporcional a las habilidades y recursos del trabajador, proveer siempre el significado de la actividad a realizar, el objetivo y estimulo, así como la delimitación de la responsabilidad del trabajador.
De esta forma, estaremos dejando claros los puntos importantes para el desarrollo del trabajo, y no dejaremos margen de error en lo concerniente al desempeño que deseamos obtener por parte del personal.
Los puntos importantes que el trabajador no deberá perder de vista son: la capacitación continua del trabajo, seguir desarrollando, de acuerdo a la experiencia y a las herramientas proporcionadas por las organizaciones, mejores respuestas al estrés y a los agentes que puedan causarlo.
Un alto grado de responsabilidad hacía sus propias decisiones en cuanto a las actividades que acepta y aquellas en las que deba declarar no estar capacitado para realizarlas. Saber separar los aspectos laborales de los personales para lograr una armonía interna, donde los conflictos personales no incapaciten a la realización del trabajo y sobre todo a no tomar nada de manera personal, para evitar pensamientos que solo estén contaminando su entorno y su desarrollo.
Es así como siempre será de gran ayuda, tratar en la medida de lo posible, poder tomar las cosas con calma y analizar los factores que nos puedan estar colocando en un episodio de estrés, para corregirlos y prevenirlos en ocasiones posteriores y no despertar situaciones delicadas de salud siempre innecesarias.

Bibliografía

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