Cuando
uno va al psicólogo, suele acudir para resolver problemas como la
ansiedad, la depresión, las dificultades para dormir… Desde hace poco
más de diez años, hay profesionales de la salud mental que intentan
trabajar los aspectos positivos de las personas, como la resiliencia, el sentido del humor, la creatividad, la generosidad o el optimismo, entre otras. Es psicología positiva. En este artículo se describe cómo y para qué la psicología positiva se centra en el estudio científico de la felicidad y el bienestar.
Cuando
una persona siente una sensación angustiosa de indefensión y tristeza o
de nerviosismo extremo, y esta situación se alarga en el tiempo, tiene
la opción de acudir al psicólogo para intentar combatir aspectos
negativos de su forma de funcionar.
Desde
hace una década, hay profesionales de la salud mental que intentan
trabajar los aspectos positivos de las personas, como la capacidad
de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas
(resiliencia), el sentido del humor, la sabiduría, la creatividad y el
optimismo, entre otras. El objetivo de la psicología positiva es entender las variables que crean, mantienen y potencian el bienestar de las personasy explicar por qué hay quienes se consideran más felices que otros.
Como
explica Gonzalo Hervás, profesor de psicología de la Universidad
Complutense de Madrid y cofundador de la Sociedad Española de Psicología
Positiva, “había una carencia histórica, porque los psicólogos solo
sabían detectar disfunciones y eso, a veces, nos hacía ser más
pesimistas incluso que nuestros pacientes. Ahora eso ha cambiado mucho.
La población ha acogido con mucho interés la psicología positiva porque
había una necesidad de comprender las bases del bienestar”.
La psicología positiva: una disciplina muy joven
El objetivo de una terapia enfocada desde la psicología positiva no es solo que el paciente deje de estar mal
La
psicología positiva es una corriente muy joven. Se considera que su
creador es el psicólogo estadounidense Martin Seligman que, en el año
2000, publicó un importante artículo en el que hablaba de la psicología
positiva. Eva Katharina Herber, psicóloga y responsable de formación
del Instituto Europeo de Psicología Positiva, señala que “Seligman llegó
a la conclusión de que la psicología había conseguido mucho, pero no lo
suficiente. Las psicoterapias estaban diseñadas para que las personas
superasen episodios negativos y llegaran a la normalidad, pero no
necesariamente conseguían crear estados positivos. Seligman quería que
la psicología se dedicase a averiguar cómo podemos estar mejor que bien“.
Cada
vez hay más profesionales que trabajan desde esta corriente que se
puede aplicar a personas de cualquier edad. Por eso, un tratamiento
enfocado desde la psicología positiva no se centra solo en superar estados negativos, como un problema de depresión o ansiedad. Presenta novedades como trabajar en aspectos positivos desde el comienzo, evalúa las fortalezas de la persona, los aspectos más sanos de su identidad y de su historia, así como las bases de su bienestar (si
siente que su vida tiene sentido o se siente competente). Como apunta
Hervás, “este tipo de psicología aporta muchas actividades para
desarrollar la emocionalidad positiva y rasgos positivos que permiten
equilibrar de manera más rápida la personalidad del paciente. Asimismo,
intenta comprender, también, el contexto en el que se manifiestan, por
ejemplo, los problemas de depresión y ansiedad”.
El objetivo de una terapia enfocada desde la psicología positiva no es simplemente que el paciente deje de estar mal. “Se
trabaja desde la parte sana de la persona, favoreciendo que se
reencuentre con la mejor versión de sí mismo, que pueda volver a
sentirse orgulloso, ilusionado y con seguridad“, añade el
especialista. La salud mental es más que la superación de los problemas
psicológicos. Como afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS), la
salud es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no
solo la ausencia de enfermedad”.
El tratamiento desde la psicología positiva
Los
profesionales que trabajan desde esta corriente no critican las
técnicas psicológicas convencionales ya que, en muchos casos, también
las emplean. No obstante, hay personas que responden muy bien al enfoque
de la psicología positiva y otras para los cuales la psicoterapia
convencional es adecuada.
Entonces, ¿quiénes se benefician más de un tratamiento enfocado desde la psicología positiva? ”Aquellas
que no han aprendido nunca a disfrutar o que no sabían conectar con los
demás y se han encerrado en sí mismas y han desarrollado una dinámica
negativa (aislamiento, autocrítica…). Estos factores les han llevado a
sufrir una depresión o angustiosos miedos irracionales”, responde el
experto.
Para que la recuperación de estas personas sea completa no basta solo con que superen sus problemas psicológicos. Deben redescubrir aspectos que son básicos para que disfruten de una vida plena,
como aprender, sonreír, regalar, admirar, perdonar, confiar, aceptar,
agradecer, arriesgar, intuir… “Los ingredientes dependen del caso
concreto, cada persona tiene necesidades únicas”, concreta Hervás.
Uno de los pesos pesados de la psicología positiva es el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi,
que ha dedicado buena parte de su vida profesional al estudio de
la felicidad. Como defiende en su libro ‘Fluir: una psicología de la
felicidad’, la felicidad depende de cada uno. No es una cuestión de mala o buena suerte. Cada persona puede construir su propia felicidad.
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