Publicado por: Pablo Adán Micó (19/02/2014)
Es muy posible que una de las definiciones más acertadas de lo que significa la marca personal sea “es el aroma que dejamos en los demás”. Al fin y al cabo las marcas no las posiciona quien las crea, sino el público que las convive tal y como las percibe.
Se antoja pues de gran relevancia conocer ese EFECTO del que nos habla Sonia González en su libro del mismo nombre.
Debemos descubrir pues ese EFECTO que causamos en los demás para potenciarlo –si es que se asemeja a lo que pretendemos transmitir como personas, o corregirlo –si se encuentra lejos de nuestras intenciones.
Pero intenciones no son realidades. Si nohay correspondencia entre lo que soy y lo que los demás perciben que soy, hay crisis de identidad.
Puedes mejorar muchas facetas de tu marca: aptitudes, conocimientos, cualidades, valores…. pero esta es la final y decisiva clave como marca. Podemos causar muchos tipos de efecto como marcas personales:
- Confianza, lealtad.
- Motivador.
- Inspirador, guía.
- Emprendedor.
- Solidario, comprometido.
- Etc
No estaría de más que fuéramos capaces de articular una serie de herramientas que nos ayudaran a descubrir ese efecto. Muchas de ellas ya forman parte de la lista de dinámicas de grupo y de rol play en campos como la comunicación personal, la asertividad e incluso en auditorías de recursos humanos, por ejemplo:
- Hablar en ausencia.
- Mi argumento de vida.
- Autobiografía.
- Mi rol, mi desempeño.
- Feedback 360º.
- Mi filosofía.
- La rueda de la vida.
- Etc
Sea cual sea su nombre, origen y aplicación, debemos escuchar a los demás y escucharnos a nosotros mismos. Debemos ser curiosos con nosotros, críticos y exigentes.
Y sobre averiguar si generamos algún efecto en los demás… y qué efecto producimos. Es, en cierto modo, el principio y el final para todo lo demás.
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