Uno de los temores más comunes al hablar en público es el síndrome de la mente en blanco. No es raro que este síndrome aparezca ante la cantidad de tensión que las personas acumulamos antes y durante los momentos en los que hablamos para un grupo de personas o una audiencia mayor.
Las personas somos altamente creativas, sólo que cuando estamos bajo mucha tensión nos cuesta que esa creatividad salga a la luz. Por lo tanto, para evitar el síndrome de la mente en blanco,tendremos que mantener la calma, hacerle creer a nuestro cerebro que todo (o casi todo) está bajo control.
Cómo evitar el síndrome de la mente en blanco
1.-Ensayar al menos tres veces. Lo habíamos comentado anteriormente en el post los 9 errores más comunes al hablar en público, pero son muchas las personas que se olvidan de que es tan importante la preparación como la ejecución. Esto no sólo ocurre al hablar en público, también en negociación, en el mundo comercial y en otros campos. Al ensayar, es más difícil que nos quedemos con la mente en blanco.
2. Familiarizarse con el público. Antes de hablar en público, nada mejor que conocer a tu público. Aunque tengas una audiencia de 100 personas, si llegas con suficiente antelación, podrás hablar con al menos 10-15 de ellos antes de empezar a hacer tu presentación. Cuando tu presentación comience, éstas serán personas conocidas para ti. Lo que hará que te sientas más relajado/a.
3. Tener una estructura clara y fluida. La estructura de nuestro discurso debe ser muy familiar para nosotros, con ella nos tenemos que sentir seguros y tenemos que fluir con lo que decimos, un punto debe dar paso al siguiente de forma armónica. Los que hacemos conferencias solemos memorizar la estructura. Si no es tu caso, lo que puedes hacer es llevarla escrita (en MAYUSCULAS y LETRA GRANDE). Pero no apuntes todo tu discurso, apunta sólo la estructura, los puntos clave que posteriormente desarrollarás en tu charla. Si dominamos nuestra estructura no padeceremos el síndrome de la mente en blanco.